El mundo se mueve a un ritmo diferente desde hace buen tiempo; descubrimientos, avances tecnológicos y científicos, noticias como el aterrizaje de Perseverance en Marte dejan en evidencia que hoy por hoy no solo es importante saber conceptos básicos sino también estar al tanto de lo que ocurre a nuestro alrededor.

Sin importar la edad de nuestros estudiantes, como maestros, estamos llamados a generar espacios de interacción con el conocimiento y está demostrado que mientras más variada y heterogénea sea esa interacción tendrá mayor efecto en nuestros niños. A través del uso de la tecnología podemos facilitar la comprensión, fomentar la autonomía, la flexibilidad, el pensamiento crítico y lograr que la educación se convierta en fuente de conocimiento y diversión.

La pandemia que aún vivimos nos creó necesidades que antes, al parecer, no teníamos pero que fueron un llamado de atención a volcarnos al uso de otros recursos y herramientas dentro del aula de clase. Nuestros alumnos, especialmente nuestros niños conviven en ambientes virtuales creados a través de videojuegos, canciones y juegos interactivos, es por esto que la incorporación de estas actividades al aula de clase trae beneficios que tal vez
en el futuro cercano se harán evidentes.

Estamos llamados a ser profesores del siglo XXI con todo lo que esto implica, así que hoy la invitación es a formar parte de ese gran número de maestros que cada día se une al uso de nuevas tecnologías en sus aulas de clase y genera cambios positivos en el proceso de enseñanza y aprendizaje de las nuevas generaciones.

Por Mónica Lopera, docente Preschool.